Un menú del día por favor.
Agua grande y papas grandes por 4 quetzales más.
No todo normal.
Sabor de su gaseosa, Coca-cola estaría bien.
Miranda sin hielo, por favor.
Algún postre que quisiera agregar.
Ummm... ummm.. ummmm... Pie de queso por favor.
Su total sería de 40 quetzales. Para comer aquí.
Si por favor.
5 minutos después.
Entonces, como hemos estado. Los chisemes, las puestas al día de 3 historias diferentes, de tres personalidades que a la larga resultan ser múltiples, es decir 3 por muchas más. Se reunen para expresar sus comentarios, sus leídas, sus viajes, amores, desamores y por supuesto problemas que atañen a todos en común.
La ida a comer siempre es un buen pretexto para sentirse libre, libre del ambiente atosigador que se encuentran en los pasillos de las oficinas, de las extensas reuniones sin pie ni cabeza que pretenten dar algún giro a su vida. A su situación a su forma de ser, es lo que yo llamo una comida rápida, servida en menos de diez minutos, con un charla de 50 minutos aplastados en una silla y sin motivos aparentes. Tres historias que se reunen y que ahora comparten algo más que una simple amistad. Ahora comparten un almuerzo. 10 minutos en el carro, peladeras, poemas cómicos donde cada uno dice algún verso o fragmento para hacerlo más cómico. Historias resueltas, cuentos pequeños y satíricos que llevan como una conclusión un almuerzo saludable y por supuesto más que alegre más que significativo y una parte de la vida puesta en común unión con gente que es más que lo simple y mundano que hay. Que vivan las amistades que son para siempre, que se unen en momentos dignos y especiales y que por mucho que cambien los años, y las resucitadas experiencias, seguirán siendo siempre amigos de todo el tiempo.
Que vivan los almuerzos con las amigas!
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