23.8.13

Casos



Hola, supongo que la distancia nos ha separado, igual que el tiempo y el dolor, pero a la larga, sabemos perfectamente que no sabríamos como estar ahora, en este tiempo y en este lugar. Se sabe, por experiencia claro está, que la situación era casi insoportable, éramos distintos, sin embargo muy parecidos.

El día de hoy te cite, no para reclamarte ni para preguntarte porque me dejaste el día de la boda, nunca llegaste, sino para hablar sobre un tema que me viene dando vueltas en la cabeza, desde hace mucho tiempo.

Por favor, no digas que tengo que decirte tantas cosas, que las excusas vendrán al final de la noche.

Supongo que guardas mi número de teléfono en tu móvil, supongo que era por si algún día de animaras a llamarme o bien si te llamaba algún día como fue ayer. Segundo, el día que me dijiste que llegarías tarde a la reunión familiar en la casa de tus padres, y que yo estaba en la puerta de la casa de tus padres. Tu primo me contó que te había visto salir del trabajo dos horas antes, resulta que su novia trabajaba en el mismo lugar donde tú trabajas. No llegaste nunca a cenar, y no sé muy bien a que hora llegaste a tu apartamento, no te llame en toda la noche, no lo hiciste tú porque yo lo debería de hacer. Tercer lugar: siempre supe que tu mejor amigo no era solo tu amigo, crees que soy estúpido cómo cuando fuimos al mar con “ellos” y te saliste a media noche del cuarto para ir a hablar con él, y lo único que te hizo fuel sexo oral en la piscina y qué no me di cuenta, lo que pasa es que te amaba tanto y no quería verte triste por el hecho de que no soy el hombre que quisieras tener, pero después me di cuenta que tu no eras la mujer que quiero tener…

Después de dos horas, entre lágrimas por parte de Camila y el suave manipuleo de las palabras de Víctor, la noche termino como ambos sabían que terminaría, en la casa de Víctor, teniendo sexo sin control y llegando a los mejores orgasmos de la  semana. Y es que así actuaban, se hacían historia falsas, y actuaciones meditadas todos los miércoles, creían que era la mejor forma que podrían tener para mantener viva la llama del amor después de 5 años de casados, sin embargo para todo esto, mucho de lo que se decían era verdad y otra era mentira.

19.8.13

Y LOS QUE NOS DEJAN


Hoy en la mañana, sentí ese vacío cuando venía manejando, aquello que no podes evitar y dejar de sentir, todo iba bien, según mis cálculos, cada día un poco mejor, la depresión pasa, cuando alguien se aleja y te deja tal y como estás, un poco más en la mierda, pero bueno, que se puede hacer, hay que reconstruir parte por parte de aquello que fue una amistad-odio en doble vía, aquello que ya no está, pero sin embargo duele, se quiere, se extraña y se duda.

Pensar que todo iba bien, y cuando la noticia era cierta, saber que estamos el uno para el otro, sin embargo se fueron, se van, se siente, se olvida y se extraña, se quiere, ya lo he dicho, pero aquello es aquello que nos une y nos mantiene unido.

No es lo mismo extrañar a alguien cuando no formó parte importante en tu vida, tengo tantas ganas de llorar en este instante, que es imposible retener las lágrimas y decir un solo “estoy bien”, cuando sabes que por adentro estas más destruido que aniquilado, que aquello te dejo tirado en el suelo, y luego viene otra noticia, que te hace más fuerte y más sincero.

La gente se va, pero de una u otra forma se queda, se queda en los lugares vacíos que ocupa otra gente, pensé que ya no iba a pasar por algo así, jure muchas veces no depender de la gente, pero en estos casos se depende totalmente de alguien por compartir un espacio, un lugar, un sentimiento, aquellas miradas que se quedan en la distancia y en los escritorios se olvidan. Pensé que iba a morir de amor algún día, pero de esa mierda nadie muere (dependiendo de cómo se vea, claro está). Pero así es no todo es para siempre y hay que disfrutar el día a día, como alguien me lo hizo saber en la mañana. Extraño tanto, que creo que no sabía que podía extrañar tanto a alguien, que simple y sencillamente no está. No se encuentra.

Jure, saber bien que es lo que quiero, pero eso queda, queda tanto que no sé como sobreponer a alguien que me daba fuerzas, todo se va, todo se evapora y los sentidos se quedan en la situación transversal del alma. Te extraño tanto.

Sé que las lágrimas se quedan aquí en el vacío existencial en las horas de espera, en las noches en donde decía “oí esta mierda” y recitaba un largo párrafo, sé perfectamente que muchas veces no me escuchabas, y asentabas tranquilamente con la cabeza y una expresión más o menos salía de tu boca. Te extraño tanto.

Lo que más duele es eso, el saber que estábamos tanto tiempo juntos y a la vez tan dispersos, pero bueno, la vida sigue y sigue el camino. Hoy te marchas tú, mañana me marcharé yo, y sonreiremos porque nos encontramos, nuestra amistad no se encierra en cuatro paredes gigantescas de un edificio de 10 niveles, va más allá.

Esto está siendo escrito en un lugar distante de mis tierras prometidas, pero cerca de donde estoy, lejos de donde tu estas, de donde se nos olvida y se nos requiebra el alma, pasar tantas cosas que no sé qué pasa en la vida de los demás. Un beso querida, y mis mejores vibras, esté duque se quedará escribiendo eternas memorias de gente sin nombre, que te recordará tanto y te extrañará. Y siempre quedará en el aire aquella pregunta diaria “¿hoy vas a la U?”

6.8.13

La charla del día de hoy



¿Qué onda vos? Como vas, si ya se, lo siento, prometo que ya no lloraré tanto. Que porque no tanto, jajajaja, sabes que no puedo. Va ta bueno pues, jajajaja yo no lo haré. Va ahí, una sonrisa, jajajaja… sabes hay momentos en que me río demasiado fuerte. Si sé que se oía hasta tu oficina, ya sabes, creo que mi jefe se daba cuenta cuando no estaba tan 100% en el trabajo, simón vos. Jajajaja a la verga, no lo puedo creer, es que mira pues, cuando uno es así, así es. Que como me visto, sabes que muchas veces eso me pela la verga, pero ya ves, estoy bien, siempre, siempre de marca, jajajaja… que no me gusta Louis te he dicho, pero está bonita tu billetera. ¿te acordas que te dije que cuando te hartaras me la regalaras? Jajajaja si por tu sonrisa ya se que te acordaste que a la mismísima mierda me mandaste.
Las fotos, mano tranquilo llegarán en un momento adecuado. Que cuando, tranquilo, hombre, respira, mira vos. Sabes, no estaba conforme con tu forma de ser, pero aprendí a aceptar tu personalidad, me hiciste crecer, me hiciste ser más tolerante, y practicamos juntos la paciencia, tal vez no fui el mejor, pero estuvimos ahí. Te quiero mucho, sabes recuerdo el abrazo,  ese tenía algo que nunca me lo imagine. Gracias por estar en mi cumpleaños, y te dije ahí cuando te aprecio, quiero y admiro. Un beso mano, un beso, un abrazo como el de aquel día. Estaremos juntos hasta el final, creo que cumplí mi promesa. Disculpa en este momento el llano es incontrolable. Te quiero, sos mi amigo, sos mucho para mí, y lo seguirás siendo. Te quiero incontablemente e inmensamente y gracias por todo.
Bueno te dejo, se que vas apurado, jajajajaja, camina así, derechito, a esa velocidad que consideras rápida. Acabó de salir de tu espacio, ya no lloré te fijaste, sé que sí. Un beso. No es la despedida, es el momento en dejarte libre y recordarte siempre en mi mente.

9.7.13

Y entonces

Y aquella vieja trapecista seguía en el aire, la vida no le importaba nada, la seguridad del arnés pegado a su cuerpo le bastaba. .

Suspirando como siempre cada vez que subía la inmensa escalera, la vieja trapecista hacia las misma acciones: veía arriba y pensaba que lo mejor es la subida no estar arriba. Después miraba sus manos y suspiraba por aquellas viejas intervenciones que le hacia el amado antes de subir al escenario. Se miraba los pies, era su deleite, a pesar de su profesión los pies eran lo más hermoso que tenía, no estaban deformados, y era la fuente de su juventud.

A media escalera, veía al público, con aquella intensión de perderse por segundos en ojos claros, verdaderos, a parte de los ojos de los niños, no encontró uno que valiera la pena. Sonreía pero para sus adentros lloraba por la cuestión de los ojos "tan vieja y sigo pensando y creyendo creer en lo mismo" eran sus pensamientos.

Camino a la cima en lo más alto. Se colgaba del trapecio, saltaba tres veces (la suerte del número tres siempre la acompaño desde su niñez) y a volar, se sentía libre.

La vieja trapesista era feliz, no encontró el "verdadero amor" pero al menos tienen un compañero de vida, que la ayuda. Los ojos claros y sinceros, siguen vivos, es aquel que cuida a los animales, mientras el circo está dormido y suspira siempre "Yo quise ser el mejor trapecista del mundo" Lentamente el león le lame la mano, sus ojos se llena de lágrimas, en el fondo de su ser sabe que siempre es de noche, la vista no le fue dada.

21.6.13

El viejo libro de poesía



Cuando la vida se va en un proceso de antologías incompletas, la soledad recurre a tu vida de forma frecuente, haciéndote un espacio entre la almohada y la lámpara de gas exterminándose poco a poco.

Se sienta, toma el libro, y entre suspiros melancólicos, se le va la vida, cual personaje de ficción de una novela de tintes románticos, donde lo que más abunda es la poesía. Y se sienta, fija, meditabunda entre el mar de plata y el anillo guardado en la gaveta, suspira, y más que suspirar siente la atracción fatal de saltar a la camina y ver las estrellas.

Es de noche.

Junto con el viejo libro, se pone a pensar en que es lo que estaría pasando aquel individuo que le marchito su corazón, tanto tiempo ha pasado, que la noche estrellada le recuerda que vive sola, sin nada más que hacer ni pensar que en él, aquel que se ha ido.

Suspira nuevamente, la casa grande está deshabitada y solo quedan las fotos en la sala principal, el viejo aguacatal le recuerda cómo pasa el tiempo, pues ya no usa almanaques ni reloj, solo la vida y los impulsos animales de comer a la hora indicada.

Se ve, se siente, se vuelve a tocar la cara y ve como las arrugas hacen surcos irreparables en la mente de la situación nefasta, ya no es joven, es anciana, es bella.

A lo lejos el teléfono suena a la misma hora, siempre es la misma voz: “Hola patoja” y empiezan así las conversaciones de cómo le va en el día, en la noche y si ya comió, ya no le queda más vida, que sus viejos libros y la llamada a las 6 de la mañana y 6 de la tarde.

Suspira, sola, quieta, recoge el libro con la dedicatoria de amor que le fue dada el día de su boda, la gran boda del pueblo. El amante cobarde se esfumó tras la última banca, la boda se celebró. No fue feliz, es más ni el día de la boda estaba feliz, las lágrimas que salen en la foto no son de alegría, sino de tristeza, aunque a sus nietos siempre le dice lo mismo “estaba muy feliz, el día de mi boda con tu abuelo era el día más feliz de mi vida…” era mentira.

Como dije, el amante que le regaló el libro se esfumo en la última banca, la fiesta fue grande y ella lloraba en cualquier momento, en cualquier lugar del gran salón “No lo puedo creer, me case con el hombre que siempre he amado” mentira.

40 años después cuando quedó viuda, el amante furtivo volvió y le dijo “hola”, convivieron una semana, hablaron de la vida, de lo que le paso, ya no había sexo, solo compañía. Pero recordando el último adiós de ese día, que ambos no olvidaban. Paso la noche. Leyeron juntos aquel libro de poesía. Partió en la mañana del sábado, su avioneta se estrelló debido a la tempestad, la promesa de volver se desvanecía y en la cara de la vieja dama, las lágrimas brotaban nuevamente.

Es de noche, a luz de la lámpara del jardín vuelve a leer el viejo libro de poesía, son 50 años que vive sola desde que enviudo, las páginas se han borrado de tantas lágrimas. Es de noche, la silueta vieja aparece en la venta. Suspira. No cree. No ama.

4.6.13

Jacinta

Caminando río abajo, Jacinta encontraba recuerdos perdidos, situaciones olvidadas y un par de piedras que estorbaban su camino.

Caminando río abajo, Jacinta iba pensando en tantas estupideces como el tiempo y la memoria comprendían. Sabía perfectamente que en el momento en que se internó en el bosque, la última lágrima había brotado de su ser. Se perdía entre las selvas y las ideas pertinentes de un amor imposible.

Sabía perfectamente, que la vida no era color rosa, sin embargo, siendo su color favorito, adornaba cada situación en un degradé rosa que iba desde lo más fuerte hasta lo más débil, llegando casi al blanco. La vieja cámara de fotos era testigo de eso cada vez que modificaba la fotografía por falta de rosa.

Pero en fin, caminando río abajo, Jacinta se metía en escudos de plata envueltos en aromas de jazmines con toques del característico moho del bosque. Era su lugar predilecto, los recuerdos y las sensaciones vividas le recordaban cada pequeño y misero amor. Siempre caminado río abajo, se encontraba en su mejor actuación.

Jacinta como ya se ha dicho, y no lo volvemos a decir donde estaba caminando, seguía inmiscuida en la situación lúgubre del corazón partido y la mente destrozada tras la figura de amistad que ejercía día a día con el posible amor de su vida, recordemos que hay darle un toque rosa.

Pero, lo que entendía el día de hoy Jacinta, era que caminando río abajo, se encontraba sus pasiones, sus promiscuidades y sus besos plantados en la orilla del pie, del largo camino de situaciones escépticas que terminanban en una noche de sexo fantástico, con un toque rosa claro esta.

Llegó a donde termina el río, o al menos esos pensaba ella. Abrió la bolsa que traía consigo y no reparo en sentarse a tomar un botella de vino, ella sola, sentada ahí viendo el río terminar, según ella, con esa pequeña duda en ella que sabía que no estaba sola.

La sombra poco a poco la alcanzó, la alzó en brazos, le dio un beso en cada mejilla y le susurró al oído:
"llorando nuevamente por otro fracaso amoroso. Tranquila amor, la vida pasa mientras se termina tu botella de vino".

24.5.13

El día de hoy

El día de hoy caí en la cuenta de tres cosas:

1. Muchas veces por chingar terminas chingado... la cagas, pero al final, cuando te das cuenta de que se te voltéo la tortilla, te pones a reír cual imbécil en la oficina. 

2. Muchas veces hablamos y somos tan cursis que hasta yo mismo me doy asco. No es la vida, es el momento, y más cuando todo es en doble vía. 

3. No necesito quedarme con lo peor, y de esto se dividen en dos cosas: 
        a) reírme del pasado y que no me afecte 
        b) quedarme con lo bueno y olvidar lo malo.

Tengo que confesar que he estado urgando en el bául de los recuerdos, acepto he revisado ciertas cosas del pasado. Pero ¿para que llegar a la parte que me hace doler el corazoncito? Simplemente me  he quedado solo con lo bueno, aquellos momentos y comentarios que me hacen reír. Olvidar lo malo y sentirme bien creo que son aspectos que valoro hoy más que nunca. Espero que la próxima vez que nos volvamos a ver no se me quiebre el alma por estar incómodo con tu presencia, ni me actúe cual "mula" por no saber cómo comportarme contigo, por estar tan cerca. He decidio que a partir de hoy sonreiré, saludaré y seguiré como estaba antes de tu llegada al recinto. Y comparto estó, porque a partir de hoy quiero dejar de buscar, aceptar que tengo a lxs mejores amigxs que me aceptan con locura indescriptible y que a la larga somos todas unos locos!! Es hora de dejar de buscar, no dire que me concentraré en mí, ni vainas de ese estilo, solo quiero dejar de buscar y de forzar mierdas. 

Consuelo de tontos: alguien por ahí perdido en cualquiera de los 194 países del mundo podría existir para mí, alguien que me haga compartir la vida. Hoy, que me busque, que me encuentre y no yo.

30.4.13

Sentis ese olor



Sentis ese olor, el olor a soledad, que recorre tu cuerpo, que se impregna hasta los huesos. Ese olor a llanto, a tristeza a simple soledad.

Pasamos más tiempo viendo que hacer y suponiendo que besar, que encontrarnos, amarnos y dejarnos atrás por un instante. Ese olor, el olor a soledad.

Suponemos que sigamos juntos, que tus desdenes se acaban, pero a la hora de ir a la cama, me cambias por almohadas que saben a libertad comprada.

Las tristezas se acaban, las alegrías se multiplican pero siempre que estamos solos, huele a soledad, a recuerdos inconclusos, a llamadas perdidas, a corazones sin salidas, a eso, a simple soledad.

Soledad embargada, soledad comprada, comparada, consentida, controversial, contraindicada, corazón de corazones, que saben a tristeza a ansiedad sin censura, a besos con ternura plástica, a revolcones con máximas expresiones de tensión y de ambigüación.

Recordemos las alas rotas, las luces apagadas, los besos maltratados y los corazones desfigurados que pronuncian nuestro nombre, el nombre del pasado, el pasado y el futuro, de relaciones aplazadas con aroma a soledad.

Al igual que la tergiversación de significados, se tergiverso nuestra vida, nuestra forma, la historia.

19.4.13



Sé que no tengo a alguien que me hable todos los días, a alguien que me mande caricias furtivas y besos desesperados en las madrugadas, en los amaneceres, en todo momento. Sé que no tengo a quien hablarle de mis problemas y mis actitudes irreverentes ante la gente, sé que no tengo a quien suspirarle palabras al oído cuando no entiendo una película. Sé que no tengo a nadie, pero a la vez tengo a todos.

Con quien hablar de música, de política, de ambiente, de moda, de celos y de traiciones. Se que tengo una duda aquí, en el pecho, que me carcome el  alma y me desintegra a pedazos las noches que suspirando se alejan los motores de la vida, de la fuerza, del sexo, del compromiso.

Besos furtivos que se desintegran a medida que me acerco. Te recuerdo, te extraño, te siento, pero a la vez te alejo, me alejo, nos alejamos. Esta mierda es de dos.

Recuerdos olvidados cuando la situación se sale de control y con las pocas palabras que haces me desbaratas, me atas, me desatas y me matas con poesía olvidada en callejones de esquinas encontradas.

Sé que no tengo a nadie, y sé que en ciertos momentos me gustaría tener, pero lejos de la situación de declive que tengo no supero que te siento, que te tengo, que te entrometes en la situación de la vida cotidiana, de la salvedad de las pisadas, de las arrimadas, de los besos sin control, de las lenguas que te desbaratas para seguir siendo lo que siempre quisimos ser, verdades ocultas en situaciones ambivalentes que suspiran aromas rendidos en situaciones insolentes.