Hoy en la
mañana, sentí ese vacío cuando venía manejando, aquello que no podes evitar y
dejar de sentir, todo iba bien, según mis cálculos, cada día un poco mejor, la
depresión pasa, cuando alguien se aleja y te deja tal y como estás, un poco más
en la mierda, pero bueno, que se puede hacer, hay que reconstruir parte por
parte de aquello que fue una amistad-odio en doble vía, aquello que ya no está,
pero sin embargo duele, se quiere, se extraña y se duda.
Pensar que
todo iba bien, y cuando la noticia era cierta, saber que estamos el uno para el
otro, sin embargo se fueron, se van, se siente, se olvida y se extraña, se
quiere, ya lo he dicho, pero aquello es aquello que nos une y nos mantiene
unido.
No es lo
mismo extrañar a alguien cuando no formó parte importante en tu vida, tengo
tantas ganas de llorar en este instante, que es imposible retener las lágrimas
y decir un solo “estoy bien”, cuando sabes que por adentro estas más destruido
que aniquilado, que aquello te dejo tirado en el suelo, y luego viene otra
noticia, que te hace más fuerte y más sincero.
La gente se
va, pero de una u otra forma se queda, se queda en los lugares vacíos que ocupa
otra gente, pensé que ya no iba a pasar por algo así, jure muchas veces no
depender de la gente, pero en estos casos se depende totalmente de alguien por
compartir un espacio, un lugar, un sentimiento, aquellas miradas que se quedan
en la distancia y en los escritorios se olvidan. Pensé que iba a morir de amor
algún día, pero de esa mierda nadie muere (dependiendo de cómo se vea, claro
está). Pero así es no todo es para siempre y hay que disfrutar el día a día,
como alguien me lo hizo saber en la mañana. Extraño tanto, que creo que no
sabía que podía extrañar tanto a alguien, que simple y sencillamente no está.
No se encuentra.
Jure, saber
bien que es lo que quiero, pero eso queda, queda tanto que no sé como
sobreponer a alguien que me daba fuerzas, todo se va, todo se evapora y los
sentidos se quedan en la situación transversal del alma. Te extraño tanto.
Sé que las
lágrimas se quedan aquí en el vacío existencial en las horas de espera, en las
noches en donde decía “oí esta mierda” y recitaba un largo párrafo, sé
perfectamente que muchas veces no me escuchabas, y asentabas tranquilamente con
la cabeza y una expresión más o menos salía de tu boca. Te extraño tanto.
Lo que más
duele es eso, el saber que estábamos tanto tiempo juntos y a la vez tan
dispersos, pero bueno, la vida sigue y sigue el camino. Hoy te marchas tú,
mañana me marcharé yo, y sonreiremos porque nos encontramos, nuestra amistad no
se encierra en cuatro paredes gigantescas de un edificio de 10 niveles, va más
allá.
Esto está
siendo escrito en un lugar distante de mis tierras prometidas, pero cerca de
donde estoy, lejos de donde tu estas, de donde se nos olvida y se nos requiebra
el alma, pasar tantas cosas que no sé qué pasa en la vida de los demás. Un beso
querida, y mis mejores vibras, esté duque se quedará escribiendo eternas
memorias de gente sin nombre, que te recordará tanto y te extrañará. Y siempre
quedará en el aire aquella pregunta diaria “¿hoy vas a la U?”
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