19.8.13

Y LOS QUE NOS DEJAN


Hoy en la mañana, sentí ese vacío cuando venía manejando, aquello que no podes evitar y dejar de sentir, todo iba bien, según mis cálculos, cada día un poco mejor, la depresión pasa, cuando alguien se aleja y te deja tal y como estás, un poco más en la mierda, pero bueno, que se puede hacer, hay que reconstruir parte por parte de aquello que fue una amistad-odio en doble vía, aquello que ya no está, pero sin embargo duele, se quiere, se extraña y se duda.

Pensar que todo iba bien, y cuando la noticia era cierta, saber que estamos el uno para el otro, sin embargo se fueron, se van, se siente, se olvida y se extraña, se quiere, ya lo he dicho, pero aquello es aquello que nos une y nos mantiene unido.

No es lo mismo extrañar a alguien cuando no formó parte importante en tu vida, tengo tantas ganas de llorar en este instante, que es imposible retener las lágrimas y decir un solo “estoy bien”, cuando sabes que por adentro estas más destruido que aniquilado, que aquello te dejo tirado en el suelo, y luego viene otra noticia, que te hace más fuerte y más sincero.

La gente se va, pero de una u otra forma se queda, se queda en los lugares vacíos que ocupa otra gente, pensé que ya no iba a pasar por algo así, jure muchas veces no depender de la gente, pero en estos casos se depende totalmente de alguien por compartir un espacio, un lugar, un sentimiento, aquellas miradas que se quedan en la distancia y en los escritorios se olvidan. Pensé que iba a morir de amor algún día, pero de esa mierda nadie muere (dependiendo de cómo se vea, claro está). Pero así es no todo es para siempre y hay que disfrutar el día a día, como alguien me lo hizo saber en la mañana. Extraño tanto, que creo que no sabía que podía extrañar tanto a alguien, que simple y sencillamente no está. No se encuentra.

Jure, saber bien que es lo que quiero, pero eso queda, queda tanto que no sé como sobreponer a alguien que me daba fuerzas, todo se va, todo se evapora y los sentidos se quedan en la situación transversal del alma. Te extraño tanto.

Sé que las lágrimas se quedan aquí en el vacío existencial en las horas de espera, en las noches en donde decía “oí esta mierda” y recitaba un largo párrafo, sé perfectamente que muchas veces no me escuchabas, y asentabas tranquilamente con la cabeza y una expresión más o menos salía de tu boca. Te extraño tanto.

Lo que más duele es eso, el saber que estábamos tanto tiempo juntos y a la vez tan dispersos, pero bueno, la vida sigue y sigue el camino. Hoy te marchas tú, mañana me marcharé yo, y sonreiremos porque nos encontramos, nuestra amistad no se encierra en cuatro paredes gigantescas de un edificio de 10 niveles, va más allá.

Esto está siendo escrito en un lugar distante de mis tierras prometidas, pero cerca de donde estoy, lejos de donde tu estas, de donde se nos olvida y se nos requiebra el alma, pasar tantas cosas que no sé qué pasa en la vida de los demás. Un beso querida, y mis mejores vibras, esté duque se quedará escribiendo eternas memorias de gente sin nombre, que te recordará tanto y te extrañará. Y siempre quedará en el aire aquella pregunta diaria “¿hoy vas a la U?”

No hay comentarios: