Carta de Faustina a Florencio
Momentos
pizados, son estos momentos en los que espero, (siempre ando esperando
por la vida de las mil vírgenes de Jerusalén) un mensaje, un abrazo un….
Puta….. sonreí!! Que más puedo esperar, esperar ver las oportunidades, y
saber que aún así teniéndolas enfrente, das la vueltas, coges tus
mierdas y te vas, te vas porque quieres, no porque te eche!.
Por
favor, que sea la última vez que nos vemos, que nos hablamos, que
chingamos, eso de andar esperando siempre se me ha dado, pero ahora,
ahora qué, ya me habré hartado de esperar… ya me habré cansado de
intentar arreglar tu día, con sonrisas, con clichés baratos aquellos que
venden en tiendas de pacotillas.
Y vos, vos … puta… siempre
sobándote enfrente de mí, siempre con tu cara de papí chulo que crees
que me derretís con esas sonrisas, con lo
fuerte de tu brazo… y aciertas, día tras día siempre aciertas…
Desaprovechas los momentos más precisos para vernos, para hablarnos, y
cuando son los momentos más inapropiadas ¡zaz! Llegas… puta…. Algún día
te dejaré ir… o me dejaras ir… saber ni quien es el que manda a quien…
sea como sea, lo que nos hace falta es ubicarnos, decirnos las mierdas
en la cara y saber que putas… no quiero gastar más mis balas en ti, pero
día a día haces algo para que las sigas gastando.
Sos complicado,
ya lo sabes, sos descarado, que es lo peor… sos vos y soy yo… somos los
dos, o tal vez solo yo… a estas alturas ya no sé… Momentos pizados.
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