11.6.12

Para leer cuando el semáforo cambia a verde 8

Revisando aquellas viejas notas, escritas en tinta china. Supone que el tiempo ha pasado y no deja huella más que aquella que no te importa, que no tiene sentido, que no es algo más que lo que tiene que pasar. Pasar tantas cosas en el día, en el tiempo, en las estaciones del año, que ya no recuerda como era él al inicio del día.
-¿Pero que es  lo que pasa pues?.....
- Pasan miles de cosas en el universo, en la línea del tiempo. Y entre todas esas cosas, pasa que te extraño, que te quiero, que te necesito a mí lado, solo para mí.
- Eso no es lo más relevante, lo más relevante aquí es que no existo. Y si no existo no puedes tener todos esos sentimientos hacia mi persona, como tu los tienes. En conclusión... (la interrumpe)
- En conclusión, debo de dejarme de ver los espejos. De dibujarte, de que estés metida en mi mente. En todo sentido de la palabra. Quiero borrarte y suponerte otro final. En alguna parte del mundo debes de estar y decirme lo que necesitas, lo que quieres, lo que añoras.

Poco tiempo después, después de verse tanto tiempo en el espejo, Raij Zaome escribe su mejor novela. Una novela de ciencia ficción con una dedicatoria que dice así:

A la mejor musa del mundo,
que me abandono por solicitud mía.
que no volverá porque los días en el espejo acabaron.

Después de haber firmado durante horas su nuevo best seller, Raij se encierra en el baño, lanza un último suspiro... se pone a llorar, como hacía meses que no lo hacía. 

Junio, 2012... 4 meses después de la llegada de Raij Zaome a la tierra de las lágrimas.   

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