15.2.12

Para leer cuando el semáforo cambie a verde (5)

Después de caminar tres horas bajo el sol de mediodía, Beatris llegaba a su casa, pudo recolectar 75 flores tiradas en el camino. Sobriamente las colocó en un jarrón, espero que se durmieran todos y recordando aquella vieja mujer, se puso a llorar. Eran las 3 de la tarde, cuando Beatris solía correr. Hoy es esa hora y por el viejo camino que lleva al mar va el cuerpo de Beatris, inerte, solido, cargado por los hombros de su familia; a encontrarse con aquella vieja que fue la única que la supo hacer feliz.

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